En el año 2009, el gobierno de Cristina Fernández dejó de mandar los subsidios que eran destinados a los productores de harina. Este hecho se debió a que, tales productores almacenaban el producto (harina), que tendría que haber sido distribuido a los panaderos, para luego convertirlo en pan, facturas o masas finas.
Como contra respuesta, los comerciantes elevaron el precio del kilo de pan a un costo impresionante. Antes, el año pasado más que todo, el kilo estaba a $3.50, y a comienzos de 2011 el kilo se fue por las nubes y alcanzó los $10.
La sociedad no entiende el por qué de este aumento brusco. Pero este cambio masivo de los precios se debió a que, los productores de la harina "dicen no tener cantidad suficiente como abastecer a cada comercio de su respectiva provincia".
En realidad sí portan con cantidad de sobra, pero la jugada es no distribuirla para vender la bolsa de harina a 80 pesos, cuando antes estaba solo a 30 pesos.
Ahora en la provincia de Salta, inspectores del Ministerio de Agricultura, (Ex ONCCA), encontraron un negocio más negro aún. En aquella provincia del norte de nuestro país, se encontraron evidencias de que se vende la harina en "negro" a países limítrofes como ser, Bolivia, Paraguay y Chile.
¿Qué pasa con el Estado que aún no da una solución para esto?, los productores, ¿dicen no tener harina y la terminan vendiendo en negro a otros países?. ¿Cuál es la importancia de este negocio oscuro para los productores?.
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